Nació en Montevideo, en el barrio La Comercial, el 5 de febrero de 1913.
Cantor, violinista, compositor y director, es el arquetipo del estilo de los años cuarenta, su voz refleja un sentimiento introspectivo que parte de un delicado fraseo y una exquisita musicalidad, cualidades que delatan al músico que lleva adentro. Su forma de interpretación nos transporta a un clima amable, tibio, que nos recuerda a aquellos tenorinos que le precedieron.
Sus hermanos, también fueron músicos. Rolando, dos años menor, fue bandoneonísta de muchas orquestas, entre ellas la de Pedro Laurenz. Lydia fue pianista, tuvo sus propias formaciones y participó en "Los Bemoles", el primer conjunto de Romeo, donde también estuvo Rolando. En 1929, tuvo un breve paso por la orquesta de Juan Baüer "Firpito", como violinista y cantor. Luego, se fue a la agrupación de Héctor Gentile, integrada por Lalo Etchegoncelhay (piano), Héctor Gentile e Isidro Pellejero (bandoneones), Emilio Pellejero y Romeo Gavioli (violines) y Pedro Terrón (contrabajo).
Es importante también, su trayectoria como director de una orquesta afiatada y rítmica, donde las cuerdas se abrazan con los bandoneones, de un modo sencillo y sólido, con un piano bien cadenero, todo lo cual nos remite, a veces, el estilo de Ángel D'Agostino y, en otros momentos, el de Alfredo De Angelis. En síntesis, una conjunción ideal para los bailarines y para los amantes del mejor tango.
No es menor tampoco, su labor como compositor donde sobresalen los tangos: "Mi Montevideo", con versos propios; "Payaso triste" y "Noche campera", en colaboración con Carmelo Imperio y letras de Juan Carlos Patrón; "María del Carmen" y "Yo nací cantando un tango", ambos con José Rótulo; "Pelota de trapo", con Imperio y versos de Enrique Soriano; "Montevideo querido", también con Carmelo Imperio y letra de Miguel Manzi; "Melodía gitana", con Juan Carlos Patrón. Recordemos sus milongas, muchas de ellas con sabor candombero: "El pescado", "La fogata de San Pedro", "Estampa del ochocientos"; "Baile de los morenos", todos con Imperio y versos de Gerónimo Yorio; sus valses: "Dime que vendrás", con Rótulo; "Jardín de Francia", con Antonio Casciani; "Tal vez si tal vez no", con Imperio, y muchos otros temas más.
En su libro "Ochenta notas de tango", Horacio Loriente cuenta su participación en la denominada "Típica de la Guardia Vieja" que, entre junio y julio de 1932, interviene en un concurso de tangos uruguayos, en el cine "Electric Palace", integrada, entre otros, por los hermanos Gavioli, Isidro Pellejero y Lalo Etchegoncelhay. En 1933 comparte con Lalo Etchegoncelhay la dirección de una orquesta en la que también cantaba Panchito Pons, lejos aún de su pase al canto lírico. Viajan a Buenos Aires trabajando en las emisoras Prieto y Cultura.
En setiembre de 1934, se presentan en Buenos Aires con la nueva orquesta de Héctor Gentile, en el cine teatro "París" dentro de la obra "Ya tiene comisario el pueblo". En ella, según las referencias personales de Gentile, Romeo Gavioli era la sensación de Buenos Aires en la imitación de grandes artistas, constituyéndose en la atracción principal del conjunto, a punto tal, que el mismo se disolvió al retornar Gavioli a Montevideo por motivos familiares.
Con los hermanos Etchegoncelhay, Lalo y Freddy, formó el trío "Los Carves" y, después, se sumó el violinista Emilio Pellejero para crear el conjunto "Los Dandys", que en 1935, actuó en las radios Rivadavia, Belgrano y Prieto.
Cuatro años más tarde, fue convocado por Edgardo Donato para cantar en su orquesta, junto a los vocalistas, el matrimonio Lita Morales y Horacio Lagos. Allí achica su apellido por Gavio. La mayoría de los temas que graba, 15 en total, son a dúo o en trío con los otros cantores. Como solista grabó sólo tres piezas: "La melodía de tu corazón", "Tu confidencia" y el vals "Mendocina".
Por esas cosas de la vida, en 1942, la estabilidad de Gavioli en la orquesta comenzó a complicarse, a raíz de un "afaire" amoroso con la cancionista. Entonces Donato decidió terminar con los tres. Inmediatamente después, sobreviene un conflicto gremial y los músicos se van para formar otro conjunto, bajo la dirección del hermano del director, el pianista Osvaldo Donato.
Nuestro cantor regresó a Montevideo y en mayo de 1943 formó su orquesta, inaugurando su época más fecunda. La misma estaba conformada por: José Mateo, Antonio y Juan Blanco (bandoneones); Romeo, Antonio Lacans y David Duzzman (violines), José Kaplán (piano) y Rubén Tobía (contrabajo). Por supuesto, con la voz del propio director.
Fue uno de los precursores de incorporar el candombe en el repertorio de una orquesta típica y, también, un importante compositor de ese género, junto a su amigo Carmelo Imperio.
En 1945, en el Teatro Artigas, participó con su formación, en la representación de la obra de Alberto Vaccarezza, "El conventillo de La Paloma", con un gran suceso. También, actuó y colaboró en la puesta de escena de "El nombre más lindo del mundo", comedia musical de Wimpi, donde también participaron, Carmen del Moral, "El Chato Flores" y el popular, Carlitos Roldán.
Incursionó en el cine con el film "Uruguayos campeones" de Novel Valentín, donde debutó el querido Juan Carlos Mareco, "Pinocho".
A los 44 años, y preso de una fuerte depresión, decide quitarse la vida el 17 de abril de 1957 en su ciudad natal.
11 de fevereiro de 2009
Assinar:
Postar comentários (Atom)
Nenhum comentário:
Postar um comentário